Voy
a lanzar al viento mi voz encadenada
a soltar las amarras y a navegar errante
voy a desafiar al bravo cielo amenazante
sin miedo al grito de la tormenta desatada.
Como soy navegante de manglares sin aguas
y para mí los mares son azules amores
puedo ver los rosales en jardines sin flores
y crepitar en las brasas de apagadas fraguas.
Yo que jamás te he visto! Y has cautivado mi alma
como el esclavo humillado ante las bayaderas,
como el ramaje verde de las enredaderas
que trepan inclementes la pared de la calma.
Que sigan las tormentas ante el mar encrespado
que sigan tus abrazos de amor a la distancia,
imagina mi cielo buscando tu fragancia,
hallándote desnuda cuando llegue a tu lado.
a soltar las amarras y a navegar errante
voy a desafiar al bravo cielo amenazante
sin miedo al grito de la tormenta desatada.
Como soy navegante de manglares sin aguas
y para mí los mares son azules amores
puedo ver los rosales en jardines sin flores
y crepitar en las brasas de apagadas fraguas.
Yo que jamás te he visto! Y has cautivado mi alma
como el esclavo humillado ante las bayaderas,
como el ramaje verde de las enredaderas
que trepan inclementes la pared de la calma.
Que sigan las tormentas ante el mar encrespado
que sigan tus abrazos de amor a la distancia,
imagina mi cielo buscando tu fragancia,
hallándote desnuda cuando llegue a tu lado.
(Emilia
Marcano Quijada)