Ya no quiero tu boca
que promete y me jura.
Ya no quiero tus besos
que regalas a otras.
Ya no quiero tus manos
que a otros cuerpos tocan.
Ni el silencio anunciado
que tus hechos provocan.
Ya no quiero la esencia
de tu alma retorcida
que buscando se pierde
en un callejón sin salida.
Voy hilvanando palabras
que den sentido a mi vida.
Hoy las tomo prestadas
y las escribo sin medida.
Que la calma me llegue
y me encuentre dormida.
Que despierte mañana
sonriendo a la vida.
Que lo absurdo no importe
y no busque otros rostros
que la vida se pasa
todo importa tan poco.
Quiero ser luna llena…
(Ana)
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