La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla. (Jorge Santayana)

¿Cómo entra la luz en una persona? Si la puerta del amor está abierta. (Paulo Coelho)

Amor por nuestra voluntad se toma, más no por voluntad nuestra se deja. (Séneca)

El pie del necio entra rápido en la casa, pero el hombre experimentado se acerca con vergüenza. (Eclesiástico 21:22)

No te desesperes por conseguir lo que necesitas, ni te angusties, recuerda siempre que el Universo conspira para darte lo que necesitas en el tiempo correcto.

El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males. (Leonard Cohen)

Cuando encontramos el amor encontramos también la razón y el sentido total de la vida. (Doménico Cieri Estrada)

Vivir es elegir. Y nunca sabremos a donde nos habrían llevado los caminos que descartamos. (Juan)

Todos los caminos son uno. El camino de tu vida eres tú. (Juan)

Nadie es tan perfecto que no necesite alguna vez un consejo. (Baltasar Gracián)

¡El amor! Es el ala que Dios ha dado al alma para que pueda subir hasta él. (Michel de Montaigne)

El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el Universo. (Alfred Víctor De Vigny)

Como una casa derruida es la sabiduría para el necio, y la ciencia del insensato es una serie de incoherencias. (Eclesiástico 21:18)

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco. (Walt Withman)

Un viaje de miles de kilómetros debe comenzar por un solo paso. (Lao-Tsé)

Conocerse, aceptarse y quererse a uno mismo es una buena manera de prepararse para poder conocer, aceptar y querer a los demás. (Juan)

Existe una Inteligencia que permite que los ciclos de la naturaleza sucedan en su momento justo.

Existe una inteligencia Universal que rige este orden natural en que habitamos en su complejidad y maravillosa a la vez.

Todo o nada…

Todo queda en nada

y en vez de huir

seguimos con la nada

como dosis de mantenimiento.

Miedo a la soledad,

a ser demasiado vulnerable,

a no sentir caricias,

a no tener a nadie.

Sobredosis de autoestima

vicenciada psicomotricidad,

mentes libres no pensantes,

vivir… como prioridad.

A veces poco es mucho…

(Ana)

Tiempo muerto.

Llamarás a mi puerta, sediento de mí y yo te inventaré una y mil veces sembrando las ganas en mi piel. Dibujando cada línea, cada contorno, cada trazo con la yema de tus dedos. Sombreando con maestría cada perímetro de mi cuerpo.

En tu silencio, que hoy se hace mío y se vuelve eterno, fantaseo con  tus ansias por satisfacer cada uno de mis deseos. Comí y bebí de ti, te complací y a gabela pagué mi diezmo.

Espacio finito que perdí, mientras colonizaba cada milímetro de tu piel. Acogida a un retiro voluntario, tiempo muerto, que oscila dentro de un bucle cerrado.  Quizás un día, seas tú, quien vengas a lamer mi indiferencia.

(Ana)

Telarañas en el alma.

Echo de menos el olor de tu chaqueta

tus largos dedos, el zumo de naranja,

y el perímetro de tu circunferencia.

Llevo en mi mochila tus caricias,

en mi piel llevo tu aroma,

y por las noches quito las telarañas

que hay en mi alma.

No quedan ojos que quiten la ropa

tan solo… ojos que no saben mirar,

instantes que me acompañarán.

Más… que comer con los dedos…

(Ana)

Susurraba Lilith a su ángel negro.

Cúbreme con tus alas

mientras duermo,

lléname de caricias

y  suaves  besos

que de mi cuerpo…

tu cuerpo quede preso.

Dama de la luna negra

me cuelo por tu ventana

y permanezco a tu lado

de la noche a la mañana.

Tu piel morena me enciende

sacio mi sed con tu boca,

calmo mi ardiente deseo

mientras tus dedos me tocan.

Y me cubrieron tus alas

y me besaron tus labios,

tus manos me acariciaban

y me abrazaban tus brazos.

Despiertame de este sueño

que quiero atrapar tu sombra.

(Ana)