Muérdeme el alma, cómeme el corazón,
devora mis entrañas, convierte en agua que fluye osada
mi cuerpo inerte. Imprescindible es para vivir y percibir
tener las siete vidas de un gato.
Vital y esencial, es imaginar que soy capaz de
despertar de este sueño, que es para mí la vida,
anteponiendo la razón a este leve corazón… y
verlo todo mucho más claro.
Luz y oscuridad… dan lugar a
bellas sombras, pasado y presente… atraen viejos recuerdos,
el futuro que es hoy… nos muestra el olvido y el olvido que
fue ayer, regresa a modo de tenue sombra.
Así veo hoy tu rostro, tus ojos
y tus mejillas… el tiempo… nos convierte en sombra…
(Ana)
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