jueves, 28 de mayo de 2015

He aprendido.



Después de un tiempo uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma.

Y uno aprende que el amor no significa recostarse y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender que los besos no son contratos y los regalos no son promesas.

Y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado hasta el calorcito del sol quema.

Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende y con cada adiós uno aprende.

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