miércoles, 24 de diciembre de 2014

Viejas cartas de amor.



Amor, no he podido quemar tus viejas cartas, me hablan todavía sus páginas marchitas de tu muerta pasión y el eco moribundo de la última canción.

Tus cartas, en el tiempo que nunca volverán, hicieron ellas temblar mi corazón, después vino el silencio, la ausencia, la agonía.

El tiempo trajo el bálsamo de la consolación, la luz de los veinte años, el fuego del pasado, la gloria de la vida, la juventud en flor.

Anoche las contaba con mano indiferente, sobre una de ellas, la última, cayó mi llanto ardiente y no pude quemar tus viejas cartas de amor…

(Eduardo de Calixto)

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