Yo no te
digo... que no haya más dolores que alegrías; lo que te digo, es que los
dolores nos hacen crecer de tal manera y nos dan un concepto tan alto del
Universo, que después de sufridos no los cambiaríamos por todas las alegrías de
la tierra.
Yo no te digo... que no haya hombres malos y mezquinos, lo que te digo es que son hombre inferiores que no comprenden todavía; almas subalternas a quienes debemos elevar, seres obscuros que no saben dónde está la luz y con los cuales una claridad lúcida, paciente, blanda, ¡todo lo puede!
Yo no te digo… que la riqueza sea un mal; lo que te digo es que quien vive, simplemente, en divorcio total de las vanidades, siente que le nacen alas.
Yo no te digo… que el amor no haga daño; lo que te digo es que estoy resuelto a amar mientras viva, a amar siempre, siempre... siempre.
Yo no te digo... que no haya hombres malos y mezquinos, lo que te digo es que son hombre inferiores que no comprenden todavía; almas subalternas a quienes debemos elevar, seres obscuros que no saben dónde está la luz y con los cuales una claridad lúcida, paciente, blanda, ¡todo lo puede!
Yo no te digo… que la riqueza sea un mal; lo que te digo es que quien vive, simplemente, en divorcio total de las vanidades, siente que le nacen alas.
Yo no te digo… que el amor no haga daño; lo que te digo es que estoy resuelto a amar mientras viva, a amar siempre, siempre... siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario