lunes, 11 de agosto de 2014

Amiga mía.



No puedo describir
la inefable paz que siento;
desde aquel día cuando descubrí
lo mejor que un mortal puede recibir:
¡Una amiga! Para un momento
el cual será eterno
hasta nuestro próximo encuentro.

Nuestra amistad perdurará,
hasta el final de nuestros días,
nada nos separará
y nadie impedirá
que esto dure toda la eternidad.

Amiga mía, que has venido a iluminar
mi camino lleno de oscuridad,
quédate aquí a mi lado
ayúdame a caminar.

El universo es infinito
y tu amistad lo es aún más;
no me dejes sólo nunca,
pero nunca jamás.

Amiga mía, mi ángel celestial,
un deseo hecho realidad.

Quiero conservar tu amistad
para toda la eternidad.

(Autor Desconocido)

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