Antes del fin.

Un día tendrá que ser,
cuando mis labios dejarán de hablar
mis ojos no volverán a ver
y podré por fin descansar.

Ese día llorarán muchas
personas que me quisieron,
que junto a mí las luchas,
ganaron… y también perdieron.

Otros estarán felices
porque no me tendrán cerca
y todos sus días grises…
Se marcharán por la puerta.

Ese día estaré muerto,
enterrado, bajo tierra
y los gusanos mi cuerpo
poco a poco lo comerán.

Pero ahora ¡estoy feliz!
disfrutando de la vida,
contando todas mis
inigualables alegrías.

Agradeciendo también,
las desventuras vividas,
recordando muy bien
las lecciones aprendidas.

Estoy muy seguro ahora
de que un día… ¡moriré!
porque la vida mora
y al igual que ella… me iré.

Pero antes de que suceda,
quiero decirte mi amigo
que aunque la gente se muera,
¡siempre estará contigo!

(Autor Desconocido)