Mujer
preciosa para el bien nacida, hermosa rosa en edén crecida, si fuera rey te
regalaría un trono, si fuera Dios te regalaría un cielo, y si Dios de ese Dios
tan grande fuera me arrojara a tus plantas la vida entera.
Amiga
mía te quiero conocer, ya que en tus ojos veo algo nuevo que aprender.
Sabemos muy poco el uno del otro, a tus años joven niña, tienes cuerpo pequeño pero corazón grande.
Sabemos muy poco el uno del otro, a tus años joven niña, tienes cuerpo pequeño pero corazón grande.
Porque
eterno será mi amor que en tí pienso constante y desgraciado como piensa en la
gloria el condenado, como piensa en la vida el moribundo.
(Autor
Desconocido)
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