Quiero
un amor de alas blancas,
un amor sin estrategias ni simulacros.
Reinado eterno del sentimiento mágico.
Milagrosa conjunción de dos almas.
Quiero un amor de sensaciones renovadas;
un amor de lechos paradisíacos,
donde tu perfume sea el afrodisíaco
que me despierte cada mañana.
Quiero un amor calzado en zapatillas;
un amor generoso en alegrías,
donde el compartir nuestro de cada día
haga de lo imposible una tarea sencilla.
Quiero un amor de promesas cumplidas;
un amor repleto de situaciones plenas,
donde cada abrazo libere estampidas
de caricias puras y emociones buenas.
Quiero un amor de mirada cómplice;
un amor de borracheras compartidas,
sin importar si eres tú o yo el que dice
el dulce “Te quiero” que ilumina la vida.
Quiero un amor sin distancias ni abismos;
un amor de asistencia perfecta,
un amor de felicidad por mayoría electa,
un amor de dos corazones y un sentir mismo.
un amor sin estrategias ni simulacros.
Reinado eterno del sentimiento mágico.
Milagrosa conjunción de dos almas.
Quiero un amor de sensaciones renovadas;
un amor de lechos paradisíacos,
donde tu perfume sea el afrodisíaco
que me despierte cada mañana.
Quiero un amor calzado en zapatillas;
un amor generoso en alegrías,
donde el compartir nuestro de cada día
haga de lo imposible una tarea sencilla.
Quiero un amor de promesas cumplidas;
un amor repleto de situaciones plenas,
donde cada abrazo libere estampidas
de caricias puras y emociones buenas.
Quiero un amor de mirada cómplice;
un amor de borracheras compartidas,
sin importar si eres tú o yo el que dice
el dulce “Te quiero” que ilumina la vida.
Quiero un amor sin distancias ni abismos;
un amor de asistencia perfecta,
un amor de felicidad por mayoría electa,
un amor de dos corazones y un sentir mismo.
(Fabián Ruiz)
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