domingo, 13 de abril de 2014

Amiga mía.



No eres lo que siempre soñé; pero ahora eres lo que nunca esperé que fueras, como el compás de una balada inesperada que se escucha en mí palpitar. Tus secretos, tus penas, tus errores y tus defectos son algo que llevo en el corazón, los guardo con cariño y me siento agradecido por haberme dado esa parte de ti.

Podría decirte que te quiero; aunque mi alma me pida a gritos una explicación. Podría decirte que te amo y atentar contra lo que ahora somos tú y yo. Podríamos hacernos uno en este instante; y aprender a aparentar ante los demás que somos dos; en lugar de uno. Podríamos hacernos uno en este instante; y aprender a amarnos a espaldas del destino.

(Autor Desconocido)

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