jueves, 9 de enero de 2014

Dejar de amar es fácil.



Tan solo hay que olvidar que tienes manos capaces de pedir una caricia.
Tan solo has de olvidar que tienes ojos en otros deseosos de mirarse.
Tan solo has de olvidar que tienes boca sedienta por fundirse en unos besos.

Dejar de Amar es fácil.

Tan solo has de olvidar que tienes sueños, buscando otro sueño compartido.
Tan solo has de olvidar que tienes alma aguardando inocente a su gemela.
Tan solo has de olvidar que fuiste amado y por tanto sorprendido.

Amarte por siempre es tan fácil.

Recordar que mis manos buscan las tuyas para por fin acariciarte.
Recordar que mis ojos te siguen a todas partes.
Recordar que mis labios te dicen, ven bésame sin anunciarte.

Amarte por siempre es tan fácil.

Recordar que mis sueños comienzan y terminan contigo.
Recordar que mi alma, sin la tuya está perdida.
Recordar que fui amada tantas veces y de manera distinta, que aun estoy sorprendida.

(Autor Desconocido)

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