sábado, 26 de octubre de 2013

¡Qué alegría hallarte!



En la oscuridad de mi existencia apareciste,
entre versos tristes y canciones sin sentido,
tú lograste reanimar a mi pobre alma sin destino.

Apareciste como ráfaga de luz brillante,
tú lograste que mi taciturna y opaca estrella brille resplandeciente.

Apareciste en mis ocasos prolongados,
tú lograste que mi amanecer sea una fontana
de alegría del cual emanen cándidas melodías
y mi corazón lúgubre y cansado goce de inmensa felicidad,
tú apareciste, gracias; a ti hallé el camino perdido de la vida mía,
gracias a ti me acerque al conocimiento y entendimiento de lo que existe,
gracias a ti voy caminando hacia mi transformación celestial,
sé que al final la oscura existencia será la más luminosa estrella de mí existir.

(Autor Desconocido)

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