lunes, 26 de agosto de 2013

Cuando se te abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar; siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga, aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta(o), en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve. (Susanna Tamaro)


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