martes, 4 de febrero de 2014

Frágil cristal.



Por qué tornas todo tan confuso
si es tan fácil amar sin sobresaltos,
no te niegues a las vueltas de la vida
juguemos a ser, simplemente humanos.

Callemos nuestra voz por un momento,
es tan grato escuchar la tenue lluvia
acariciando el plácido cristal
y ver tan sólo los árboles llorar.

Ya deja de pensar, no dices nada,
sé bien lo que te apena y te marchita,
la negación es un fruto amargo,
aceptaré tu silencio y tu quietud.

¿Recuerdas aquella primavera?
Miradas de atracción que se cruzaron,
un sólo instante me bastó para saber
que eras a quien tanto había esperado.

Si quieres soledad te la concedo
pero aquí me quedaré porque te amo,
si rodara una lágrima he de tomarla
pidiendo que me bañes con tus perlas,
y conviertas mi invierno en un verano.
El fuego avivaré en tus entrañas
habré de curarte las heridas,
y en tus espinas he de morir, callada.

(Matilde Maisonnave)

No hay comentarios:

Publicar un comentario